El 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, un concepto fundamental dentro de las estrategias de sostenibilidad y uno de los principales objetivos globales en la lucha contra el cambio climático. La UE se ha propuesto ser climáticamente neutra en 2050, y eso implica reducir las emisiones de CO2 que se producen en sectores tan contaminantes como el de la construcción, responsable del 40% de las emisiones globales. Para cumplir este objetivo es fundamental contar con herramientas que sirvan de guía, como la metodología de construcción sostenible que propone BREEAM.
Aunque la sostenibilidad va más allá de la energía, una de las diez categorías que evalúa BREEAM a la hora de certificar un edificio se centra exclusivamente en fomentar la eficiencia energética a través de una gestión responsable y promoviendo la instalación de fuentes de energía limpias y bien gestionadas.
¿Qué medidas evaluadas por BREEAM fomentan el ahorro energético?
- Realizar un diseño del edificio pasivo y bajo en carbono, cuyo análisis incluya aspectos como la localización del inmueble, el clima del entorno, orientación, estructura, etc. Además, dicho diseño debe ir acompañado de un estudio de viabilidad que confirme los ahorros energéticos que se pretenden alcanzar.
- Promover la instalación o utilización de fuentes de energía renovables. Aunque no sea posible la generación local mediante la instalación de sistemas en el propio edificio, BREEAM valora el aprovisionamiento externo de energía limpia.
- Otro requisito importante es la utilización de unos sistemas de monitorización adecuados, de esta manera es posible evitar y controlar el consumo energético del edificio para, en caso de ser necesario, planificar e implementar nuevas medidas de ahorro.
- Instalar equipos energéticamente eficientes en el edificio, algo que BREEAM valora independientemente del tipo de edificio; pudiendo implicar, por ejemplo, tanto a los sistemas de una oficina como a los electrodomésticos de una vivienda.
- Aunque BREEAM prioriza la iluminación natural, otro requisito valorado en sus manuales es la instalación de luminarias de bajo consumo en el exterior e interior de los edificios. Estas medidas de eficiencia se extrapolan también a otros elementos del inmueble como pueden ser los ascensores.
Estos son algunos ejemplos de los requisitos que BREEAM evalúa en su categoría de Energía y la aplicación de varios de ellos puede suponer un ahorro energético del 70% respecto a un edificio normativo. Además, existen casos puntuales como la sede de Norvento Enerxía, con certificado BREEAM Excepcional, que se abastecen al 100% de energías renovables e incluso pueden funcionar desconectados de la red eléctrica.
Para conocer con más detalle los requisitos que evaluamos en el apartado de Energía, puedes consultar y descargar de forma gratuita los manuales técnicos de BREEAM.
Meta compartida con los ODS
El séptimo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU está orientado a conseguir y fomentar una energía accesible y promover el uso de fuentes renovables. El 13% de la población mundial no tiene acceso a servicios modernos de electricidad y 3.000 millones de personas dependen del carbón o la madera como fuente de energía doméstica. Por todo ello la energía es el principal contribuyente al cambio climático, provocando un 60% de las emisiones globales.
Aplicar criterios de sostenibilidad y fomentar el uso de energías renovables es imprescindible para revertir la crisis climática en la que estamos inmersos. Certificar con BREEAM es un paso más en el cumplimiento de estrategias relacionadas con el Pacto Mundial de Naciones Unidas y el cumplimiento de los ODS, ya que incide directamente en un sector cuyo funcionamiento repercute de forma directa en el planeta y las personas.
